martes, 5 de abril de 2022

5. Diseñando asociaciones y rotaciones

 Es esencial mantener el suelo de nuestro huerto en perfectas condiciones de fertilidad y sanidad. Para ello vamos a diseñar el huerto en función al aprovechamiento de nutrientes y cómo mantener su riqueza a través de las rotaciones de cultivos. Familias botánicas y asociaciones es contenido imprescindible en este tema.


Las rotaciones son la base de la agricultura tradicional y uno de sus pilares fundamentales. El concepto de rotación se remonta hasta los orígenes de la agricultura; por aquel entonces ya se dejaba descansar la tierra después de la cosecha, de esta forma se conseguía mantener la fertilidad del suelo. La siguiente mejora fue el uso de abonos siderales, es decir, plantas sembradas y cultivadas en el propio campo de cultivo que se incorporaban durante la floración para mejorar agronómicamente el suelo.


Con el tiempo el diseño y manejo de las rotaciones fue evolucionando, apareciendo un nuevo concepto, el de la asociación de cultivos. La unión y aplicación de ambas técnicas es fundamental para la agricultura ecológica.


Con la llegada de la Revolución Industrial los avances tecnológicos se multiplicaron y, en consecuencia, la agricultura también se vio sacudida por los cambios. En 1943 emerge lo que más tarde se bautizó como la llamada “Revolución verde”. La aparición de nuevas técnicas basadas en la selección genética, sumada al uso indiscriminado de fertilizantes de origen químico, herbicidas y pesticidas, provocan un aumento de la producción agrícola, llegando a multiplicar por cuatro el rendimiento de las cosechas en tan sólo dos décadas. El paisaje agrícola cambia drásticamente, dedicándose grandes extensiones de terreno dedicadas al monocultivo (sistema de producción agrícola que consiste en dedicar toda la tierra disponible al cultivo de una sola especie vegetal).


No hay duda de que estos cambios en su momento fueron beneficiosos ya que la población mundial iba en aumento y la producción de alimentos era necesaria. Desgraciadamente el peaje que tuvimos que pagar fue demasiado elevado, entre ellos: el empobrecimiento de los suelos, la contaminación de acuíferos, la destrucción de los ecosistemas o la pérdida de la biodiversidad.


Afortunadamente cada vez son más los estudios que ponen de manifiesto los beneficios de lo que hoy llamamos agricultura ecológica, quedando demostrado que los suelos de cultivos ecológicos tienen niveles más altos de fijación de carbono y más concentración de nitrógeno, micronutrientes y diversidad genética. En el huerto ecológico se cultivan simultáneamente diferentes especies en el mismo espacio (policultivos) esta diversidad les permite aprovechar el espacio y los recursos de manera más eficiente.


Una nueva Revolución verde en el siglo XXI es posible y depende de nosotros. Está en nuestras manos recuperar las técnicas de cultivo tradicionales, el respeto al medio ambiente y los todos los valores asociados al mismo y a las personas.


A lo largo de este tema conoceremos que las rotaciones y las asociaciones, aprenderemos a diseñarlas de manera correcta para obtener todos los beneficios que nos pueden ofrecer en nuestro huerto escolar.






1. Importancia de las Rotaciones y Asociaciones

Las rotaciones y asociaciones son aspectos muy importantes para conservar la salud del suelo de nuestro huerto. Un buen diseño de las mismas contribuirá a mantener nuestro huerto de biodiversidad sano, además nos ayudará a planificar las actividades de manera constante y en años sucesivos.




Beneficios de las ROTACIONES

Minimizan el agotamiento del suelo y contribuyen a mantener la fertilidad.

Controlan las plagas, ya que muchos parásitos están adaptados a determinadas plantas, por lo que si no encuentran de nuevo la misma especie o familia, interrumpen su ciclo vital y desaparecen.

Nos ayudan a prevenir enfermedades, por la misma razón anterior.


 Beneficios de las ASOCIACIONES

Mejor aprovechamiento de los nutrientes del suelo, el espacio y la luz.

La mezcla de plantas confunde a las plagas, evitando que localicen a las plantas huéspedes. Otras directamente ahuyentan a las plagas.

Algunas asociaciones estimulan el desarrollo y potencian el sabor de las especies que las acompañan.


Si aplicamos estas prácticas, podremos cultivar nuestras hortalizas sin usar productos químicos ni tratamientos tóxicos y además aportar nutrientes que favorezcan la fertilidad natural del suelo.


 

1. Importancia de las Rotaciones y Asociaciones

1.1. Rotación de Cultivos

El principio fundamental es muy simple, consiste en alternar especies de diversas familias y distintas necesidades nutritivas en un mismo lugar de forma cíclica.

Criterios para diseñar las rotaciones


1.  La familia a la que pertenece cada hortaliza

Evitaremos cultivar plantas de la misma familia de forma consecutiva y de esta forma reducir la incidencia de plagas y enfermedades que suelen ser específicas de cada familia.

2.  La afinidad o intolerancia que existe entre ellas

Existen algunas familias de hortalizas que conviene plantarlas a continuación de otras, en cambio hay otras sucesiones que no resultan favorables.

3.  La profundidad de raíces que explora cada especie

Las hortalizas presentan diversos sistemas radiculares que exploran el suelo y profundizan hasta diferentes capas del suelo. En la rotación, lo ideal es cultivar plantas con raíces superficiales, a continuación, las de enraizamiento medio y luego las de enraizamiento profundo. Con las rotaciones buscamos que los cultivos exploren y hagan uso de todas las capas del suelo para aprovechar todos los nutrientes y favorecer el drenaje y la aireación del suelo.

4.  La exigencia en nutrientes que tiene cada una de ellas

Hay plantas que consumen más nutrientes que otras. Tras haber cultivado una planta exigente en nutrientes, en la rotación debemos evitar plantar a continuación otra planta también exigente para evitar que el suelo se agote.

 

¿Cómo planificar la rotación?


Paso 1: Estableceremos el número de años de nuestra rotación, (4 años, por ejemplo).

Paso 2: Dividiremos el huerto en tantas parcelas como queramos, planificaremos en cuatro partes como mínimo, ya que la rotación será cuatrianual.

Paso 3: Agruparemos las especies por familia y afinidad.

Paso 4: En cada parcela/bancal cultivaremos un grupo de hortalizas.

En el siguiente año simplemente tenemos que pasar los cultivos de un bancal a otro. Cada nueva temporada procederemos de la misma forma.


¿Qué cultivos implantamos en nuestro huerto de biodiversidad?


Tenemos que elegir cultivos que no nos vayan a dar problemas por su dificultad a la hora de cultivarlas, es decir cultivos adaptados y variedades que se den bien en la zona. Para su elección es importante conocer un poco más a fondo las familias de nuestras hortalizas y las especies que las componen, ya que hay algunas como los espárragos o las alcachofas no entrarán en la rotación, pues pueden estar en el mismo terreno 3 años o más.

 



De la misma forma, si en el bancal destinado a las compuestas y quenopodiáceas plantamos melones o calabazas, estos acabarán ocupando todo el espacio ya que son especies de gran crecimiento y exuberancia, además puede haber polinización cruzada entre ellos. En estos casos, también es mejor dedicar a estas especies uno o varios bancales aparte, sin que éstos entren en rotación con el resto del huerto.

2. Las Familias Botánicas

Las familias botánicas están formadas por especies genéticamente parecidas, es decir, que comparten caracteres. Sus miembros puede que tengan el mismo tipo de flor, las mismas hojas o el mismo fruto, pero se diferencian del resto de plantas por todo lo demás.

Por otra parte, debemos tener en cuenta que cada familia se relaciona a su manera con especies de otras familias, pero también con la suya propia, algunas ni siquiera pueden estar juntas.

2. Las Familias Botánicas

2.1. Las Familias Hortícolas

Solanáceas

  • Originarias de América del Sur.
  • Contienen solanina, que es el alcaloide responsable de su toxicidad. Esta se encuentra de modo natural en las hojas, los frutos y los tubérculos de las solanáceas.
  • Son plantas a las que les gusta mucho el calor.

Flor de Tomate
Solanácea

Flor de Tomate - Solanácea


Leguminosas

  • Tienen la capacidad de mejorar la fertilidad del suelo, ya que absorben el nitrógeno atmosférico.
  • Poseen la mayor concentración de proteínas de todas las hortalizas.
  • Juegan un papel crucial en la nutrición del hombre y después de los cereales, la segunda familia vegetal más consumida.
  • Se les llama plantas mejorantes, porque aportan nitrógeno y dejan el suelo mullido y aireado.


 Flor de Guisante - Leguminosa

Crucíferas

  • En general no son amantes del calor intenso.
  • Por ello en su mayoría son cultivos típicos de invierno, aunque existen variedades que nos asegurarán una buena cosecha a lo largo de todo el año.
  • Según la especie se aprovechan las hojas, el fruto o la raíz.


 Flor de Rabanitos - Crucífera

Compuestas

  • Sus flores son en realidad una agrupación de flores (capítulos florales).
  • Se cultivan sobre todo para aprovechar la hoja, excepto la alcachofa en la que se aprovecha el fruto.
  • Existen especies de invierno, de verano y otras que se pueden recolectar durante buena parte del año.
  • La alcachofa da sus frutos en otoño y se puede mantener productiva durante más de tres años.

 

Flor del Compuesta

Quenopodiáceas

  • Familia originaria del Viejo Mundo.
  • Producen flores pequeñas y verdes, apenas visibles, que se polinizan mediante el viento.
  • Se consumen sus hojas y rizomas.
  • Se trata de plantas por lo general poco exigentes en cuanto al suelo.
  • Acelgas, espinacas…

Cucurbitáceas

  • Amantes del calor a pesar de provenir de orígenes muy diversos: el pepino se consumía ya en India hace más de 3000 años, las sandías en el antiguo Egipto, y la calabaza proviene de Centro y Sur América.
  • Necesitan suelos bien nitrogenados, y por su exuberancia y productividad son especies agotadoras del suelo.
  • Son plantas rastreras, que precisan de bastante espacio para su desarrollo, con frutos muy grandes.

 

Flor del Calabacín - Cucurbitácea

Umbelíferas

  • Son plantas aromáticas, de olor y sabor más o menos intenso.
  • Vegetan mejor con temperaturas no demasiado altas, por ello algunas se consideran cultivos de invierno.
  • En general soportan bien las heladas.
  • Se consumen únicamente las hojas o los rizomas, según especies.
  • Perejil, apio.

Liliáceas

  • No necesitan de suelos especialmente nitrogenados ni de temperaturas muy altas.
  • En su mayoría son origen euroasiático.
  • Se consumen tanto los bulbos como las hojas, estas últimas generalmente mientras los tallos son tiernos, antes de la maduración de la planta.
  • Tomillo, romero, albahaca.

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